El negocio de las oposiciones
A que se enfrenta un opositor/a?
Meses de encierro, que suponen horas incontables de preparación, memorización de temarios, diseño de pruebas prácticas, desarrollo de unidades didácticas, etc..
Pasas una buena parte de tu existencia sin casi vida social, tus amigos quedan a un lado; a duras penas tienes tiempo para tu familia, para tus hijos, si los tienes, que crecen rápido.
Si además trabajas hay que procurar que los días tenga 30 horas a ser posible, pues las clases son diarias y no se pueden aparcar. Si a todo esto añadimos que tienes que desplazarte diariamente al centro que puede ser que este a más de una hora de tu casa, ya es necesario una día de 32 horas. Todo esto supone una gran sobrecarga de estrés que a veces desemboca en las temidas frases “ya no puedo mas” “estoy saturado/a” “no sé si voy a poder seguir asi”
Pero el negocio es el negocio, y la administración, sindicatos, academias privadas y preparadores diversos, obtiene importantes beneficios que unos justifican y otros son un claro ejemplo de economía sumergida.
Cerca de 355.000 euros, a un mínimo de 21,98 euros por aspirante puede llegar a embolsarse la administración, teniendo en cuenta que si te excluyen de la lista de admitidos en la convocatoria o al final no te presentas por causas varias, no te devuelven el importe.
Las academias, sindicatos y preparadores varios rondan los 100 euros mensuales. Imaginemos que son 16.000 aspirantes los que asisten durante año y medio o dos años, en que está la media para ir “medianamente preparados”, a clases de preparación, invito a sacar cuentas. Y todo esto es sucesivamente, porque el ciclo comienza de nuevo cuando no tienes la gran suerte de aprobar.
Si queremos indagar aún más, en las oposiciones de Conservatorio, a los gastos de preparación, hay que añadir lo que supone contratar un pianista acompañante para los instrumentistas de viento o cuerda, (pues la prueba práctica consiste en interpretar 3 o 4 conciertos con acompañamiento de piano), que puede rondar los 500 euros, si no tienes la suerte de tener un amigo pianista que te ayude en esta empresa.
En muchos foros de interinos suelo leer lo siguiente: ¿Por qué tenemos que seguir gastando dinero o preparando temarios para conseguir un empleo estable, cuando llevamos años invertidos en distintas carreras universitarias? ¿Es que acaso no sirven los estudios universitarios? ¿no te preparan suficientemente para ser un buen profesional?
En el año 2013, leí en una entrevista muy interesante que le hicieron al Consejero Nacional Finlandés de Educación y Profesor Universitario de Política Educativa Internacional, Reijo Laukkanem, que viene a resumir el sentido de esta humilde carta. El titular de esta entrevista rezaba asi: “Es nefasto elegir a los profesores mediante un examen”
Laukkanem defiende a ultranza la confianza en los profesores y “no concibe” pruebas para seleccionarlos. En Finlandia, el país que logra mejores resultados educativos en las evaluaciones internacionales, se contrata al profesorado mediante entrevistas, en las que se valora su preparación y adecuación siempre avaladas posteriormente por el desarrollo del trabajo diario de las clases. Se valoran los títulos universitarios, por lo que es innecesario hacer exámenes a los candidatos para optar a un puesto de profesor.
A que se enfrenta un opositor/a?
Meses de encierro, que suponen horas incontables de preparación, memorización de temarios, diseño de pruebas prácticas, desarrollo de unidades didácticas, etc..
Pasas una buena parte de tu existencia sin casi vida social, tus amigos quedan a un lado; a duras penas tienes tiempo para tu familia, para tus hijos, si los tienes, que crecen rápido.
Si además trabajas hay que procurar que los días tenga 30 horas a ser posible, pues las clases son diarias y no se pueden aparcar. Si a todo esto añadimos que tienes que desplazarte diariamente al centro que puede ser que este a más de una hora de tu casa, ya es necesario una día de 32 horas. Todo esto supone una gran sobrecarga de estrés que a veces desemboca en las temidas frases “ya no puedo mas” “estoy saturado/a” “no sé si voy a poder seguir asi”
Pero el negocio es el negocio, y la administración, sindicatos, academias privadas y preparadores diversos, obtiene importantes beneficios que unos justifican y otros son un claro ejemplo de economía sumergida.
Cerca de 355.000 euros, a un mínimo de 21,98 euros por aspirante puede llegar a embolsarse la administración, teniendo en cuenta que si te excluyen de la lista de admitidos en la convocatoria o al final no te presentas por causas varias, no te devuelven el importe.
Las academias, sindicatos y preparadores varios rondan los 100 euros mensuales. Imaginemos que son 16.000 aspirantes los que asisten durante año y medio o dos años, en que está la media para ir “medianamente preparados”, a clases de preparación, invito a sacar cuentas. Y todo esto es sucesivamente, porque el ciclo comienza de nuevo cuando no tienes la gran suerte de aprobar.
Si queremos indagar aún más, en las oposiciones de Conservatorio, a los gastos de preparación, hay que añadir lo que supone contratar un pianista acompañante para los instrumentistas de viento o cuerda, (pues la prueba práctica consiste en interpretar 3 o 4 conciertos con acompañamiento de piano), que puede rondar los 500 euros, si no tienes la suerte de tener un amigo pianista que te ayude en esta empresa.
En muchos foros de interinos suelo leer lo siguiente: ¿Por qué tenemos que seguir gastando dinero o preparando temarios para conseguir un empleo estable, cuando llevamos años invertidos en distintas carreras universitarias? ¿Es que acaso no sirven los estudios universitarios? ¿no te preparan suficientemente para ser un buen profesional?
En el año 2013, leí en una entrevista muy interesante que le hicieron al Consejero Nacional Finlandés de Educación y Profesor Universitario de Política Educativa Internacional, Reijo Laukkanem, que viene a resumir el sentido de esta humilde carta. El titular de esta entrevista rezaba asi: “Es nefasto elegir a los profesores mediante un examen”
Laukkanem defiende a ultranza la confianza en los profesores y “no concibe” pruebas para seleccionarlos. En Finlandia, el país que logra mejores resultados educativos en las evaluaciones internacionales, se contrata al profesorado mediante entrevistas, en las que se valora su preparación y adecuación siempre avaladas posteriormente por el desarrollo del trabajo diario de las clases. Se valoran los títulos universitarios, por lo que es innecesario hacer exámenes a los candidatos para optar a un puesto de profesor.
Por lo tanto, no hay negocio en Finlandia……….
A más de un político me gustaría ver en la situación en la
que se encuentran los futuros docentes: estudiando, hincando codos
(incluyendo fiestas de guardar) apartado de tu vida cotidiana, de tus
amigos, de tu familia; pero claro, quizás la cosa cambiaria, si tuvieran
que pasar por una oposición, entonces si aparecería esa voluntad
política a la que les instamos los docentes, a que se cambie este
sistema tan injusto, tan subjetivo, tan obsoleto, que para mas inri
proviene de la época de la dictadura y que para nada tiene relación con
el día a día del aula.
Y claro está, el negocio desaparecería………………..
Y claro está, el negocio desaparecería………………..
Ana, de Apimae-cv
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