sábado, 7 de julio de 2018

Oposiciones: Premiados y damnificados.

Empiezan a verse los damnificados de las oposiciones por toda España. Cuesta mucho asumir que después de dedicar todo un año  preparando una oposición, después de dejar de lado todo, al final no lo logres. Y lo peor, no entender qué has hecho diferente a esa otra persona que sí lo ha conseguido. En qué has fallado? Otro calvario, poder tener una revisión de tu examen.

Y podemos decirle a toda esa gente que las oposiciones no son justas, que son obsoletas, que no valoran lo que realmente vales como docente y miles de cosas más que pueden servir para intentar levantar el ánimo pero la realidad es lo que viene detrás de no aprobar una oposición y esa es más cruda. La incertidumbre, el estrés que supone no saber si vas a trabajar, o desde qué mes podrás incorporarte, o si tendrás que irte muy lejos de casa y podrás asumir los gastos que supone, o de qué manera te podrás organizar con tus hijos mientras trabajas, o cómo cuidarás de tus mayores si te vas lejos. Todos conocemos casos de personas con ansiedad, con depresión y demás enfermedades que ocasionan éstas oposiciones y esa incertidumbre. Por supuesto también a aquellas personas a las que les ha sido imposible dedicar tiempo a presentarse a ésta convocatoria. También son damnificados.

Dentro de nada además estaremos escuchando a nuestro Conseller lo bueno que han sido éstas oposiciones, toda la estabilidad que han dado. Y sabemos perfectamente, sin estadísticas, qué personas aprobarán. Vaya delante mi enhorabuena a todos los que lo superen porque no es ningún camino de rosas y el sistema es el que es.

Detrás de los números, debemos tener claro que hay personas. Y esto se les olvida a los políticos. Y por supuesto a todos los sindicatos que firman esos acuerdos con ellos.

Yo tengo clarísimo que soy mucho más que una nota de oposición, que éstas no valoran mi ilusión por ir a trabajar y por intentar hacer mi trabajo cada día mejor, que no valoran mi esfuerzo por estar al día, etc... Pero vivir con esa incertidumbre, con ese estrés de no saber en qué situación estarás al curso siguiente, no es nada agradable, desde luego. No sé si algún político o sindicalista de los que aplauden tanto éstas oposiciones, puede ponerse en la piel de todas éstas situaciones difíciles que se nos plantean cada año.

Como digo, Enhorabuena a los premiados. Toda mi solidaridad con los que no lo habéis conseguido o con los que os fue imposible presentaros.